El convento de San Martiño de Vilalourente, hoy en día en estado ruinoso, está situado a las afueras de la ciudad, en la ladera del monte.
Es dudoso el año de construcción del convento, pero hay documentos que apuntan en torno al 1348.
En un principio los Franciscanos habitaban en este convento, que posteriormente sirvió de hospedería para atención de los peregrinos.
El edificio sufrió diversas remodelaciones, como la del siglo XVIII en la que se reedificó el campanario, dándole más altura. Tambien se demolió la anterior iglesia. El obispo Muñóz y Salcedo fue el encargado de costear la construcción de la nueva, así como su retablo mayor.
Es dudoso el año de construcción del convento, pero hay documentos que apuntan en torno al 1348.
En un principio los Franciscanos habitaban en este convento, que posteriormente sirvió de hospedería para atención de los peregrinos.
El edificio sufrió diversas remodelaciones, como la del siglo XVIII en la que se reedificó el campanario, dándole más altura. Tambien se demolió la anterior iglesia. El obispo Muñóz y Salcedo fue el encargado de costear la construcción de la nueva, así como su retablo mayor.