Convento de la ConcepciónEl Monasterio de la Concepción, conocido en un principio como Convento de la Encarnación Francisca de Coto de Otero, fue fundado el 8 de diciembre de 1656.
Unos años antes, Doña María Pardo de Andrade, fundadora del convento y viuda del Licenciado y Oidor de la Real Audiencia de Galicia, Don Agustin Quejada, estaba enferma cuando otorgó testamento cerrado a fe de Francisca Díaz Durán el 25 de octubre de 1639. Un testamento que no se abriría hasta el 8 de noviembre de aquel año y en el que la Señora Pardo de Andrade ordenaba que se erigiese el convento, del que nombró patrones al Capitán Pedro Fernández de Vaamonde y su esposa María Pardo Castro y Pimentel.
El 23 de agosto de 1714 el Papa Clemente XI expidió una Bula aprobando la construcción del convento que, en un principio, estaría dotado para 30 religiosas.
La casa y huerta sobre la que se edificó el convento estaba situada junto a una de las puertas de la muralla de Mondoñedo, concretamente, la Puerta Batitales. Esta fue demolida al igual que el resto de las puertas de la murallla y, actualmente, no se conservan restos de ninguna de ellas que nos puedan dar una idea de como eran.

CONJUNTO ARTÍSTICO Y CULTURAL
El convento posee un importante conjunto artístico y obras de interés cultural.
La portada se abre en el muro derecho y consta de dos pilastras de media caña, tipo dórico, sosteniendo una cornisa y frontón circular acabado en bolas. Sobre la cornisa se encuentra una imagen de la Inmaculada. Encima del conjunto aparece el escudo del Obispo Muñoz y Salcedo, el de la orden de San Francisco y el del patrón del Convento. Junto a este último se situa una inscripción con el texto: "Estas armas son del fundador del convento".
La cúpula del convento aparece al exterior dando su encanto a esta parte de la ciudad.
El campanario es una torre barroca sencilla con dos cuerpos coronados por una cúpula pequeña y bolas de prieda y remate de cruz de hierro.
El retablo de la iglesia configura un bellísimo conjunto barroco, una réplica del Convento de los Picos. Sobre el expositor aparece un relieve de la Anunciación de la Virgen con las figuras del Padre Eterno y el Espíritu Santo en la parte superior. Este relieve es la imagen del titular del templo, la Encarnación.
Interior del templo
En el muro derecho del templo aparece un retablo barroco jaspeado y dorado. En el muro izquierdo hay un retablo barroco de buena talla sobre tonalidades blancas con dos cuerpos, cuatro columnas salomónicas y una hornacina con una Inmaculada de vestir del siglo XIX. El segundo cuerpo posee el escudo dorado del Obispo Muñoz y Salcedo, prelado que costeó el retablo, rodeado de ángeles.
Tambien en el muro izquierdo del templo, cercano a la reja, hay un retablo barroco jaspeado a dos cuerpos, con un relieve estofado de Santo domingo de Guzmán y a los lados dos tallas de Santa Bárbara y San Benito de Palermo. Este retablo lleva un escudo Don Antonio Moscoso, quién lo mandó construír.
El edificio posee dos arcosolios sepulcrales, a la derecha el del Obispo Muñoz y Salcedo y a la izquierda el de los patrones del convento.
Hay otras obras de interés artístico y cultural como: un lienzo de la Virgen del siglo XVII situado en la portería, una imagen de San José del siglo XIX sacada en procesión por la Sociedad de Obreros Católicos o una Piedad del siglo XVIII.

ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS
El convento vivió numerosos acontecimientos históricos. El 2 de junio de 1349, el Rey Fernando IV, el Emplazado, había concedido a los Prelados de Mondoñedo el Señorío Temporal de la Ciudad. Para ello, debían de jurar cumplir los fueros y privilegios en una ceremonia solemne ante el pueblo y los regidores el mismo día de la entrada de los Obispos en la Ciudad. Los Prelados buscaron diferentes lugares para hacer esta Jura, unos junto al Santuario de los Remedios, algunos en la Capilla de San Roque y otros frente a la Puerta Batitales. Años más tarde, demolida ya la puerta, los Prelados hacían la Jura frente al convento, fue el caso de: Riomol y Quiroga (1753), Losada y Quiroga (1762) y Aguilar y Caamaño (1798).
El convento tambien celebró la beatificación y canonización de la Madre Santa Beatriz.

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