
Fue mandada contruír por Diego de Soto en el año 1548, tal como se puede leer en la placa de su frontis.
Para acceder a la fuente es necesario bajar por una escalinata de piedra. En su frontal se pueden observar los escudos del obispo promotor y las armas imperiales de Carlos V en un precioso remate.
Las aguas que manan por la fuente son el resultado de diversos manantiales encañados bajo las canterías de la parte posterior.
El famoso escritor Álvaro Cunqueiro escribió: "Si viniera a las San Lucas un perfumista de París yo le llevaría a la Fuente Vieja, para que aspirase lentamente el aroma a heno de hierba recién cortada, y partiendo de él inventase un perfume de otoño..."