El valle de Mondoñedo descansa entre montañas viejas de cimas redondeadas. Situado entre las sierras de Lourenzá, A Toxiza y los Montes de Enfesta.
Los bosques de pinos y eucaliptos ocupan grandes extensiones, pero también abundan castaños y robles en las laderas de las montañas. En los cauces de los ríos se completa la vegetación con álamos, abedules y sauces.
La ciudad se abre paso en medio de toda esta vegetación.
El lobo, el corzo y el jabalí, acompañados de pequeñas manadas de caballos salvajes, son los habitantes de los bosques que rodean el valle.
Las distintas tonalidades de verde, a veces se interrumpen con los grises de las cumbres de granito.
Los ríos, los regatos y las fuentes que discurren por el valle llevan sus aguas al Masma, río más importante de Mondoñedo, formado por las aguas del Valiñadares y el Cesuras. Más tarde se les unirán el Tronceda y el Figueiras, a partir de donde tomará el nombre de Masma, río que pronto llegará al mar en la ría de Foz.
Los bosques de pinos y eucaliptos ocupan grandes extensiones, pero también abundan castaños y robles en las laderas de las montañas. En los cauces de los ríos se completa la vegetación con álamos, abedules y sauces.
La ciudad se abre paso en medio de toda esta vegetación.
El lobo, el corzo y el jabalí, acompañados de pequeñas manadas de caballos salvajes, son los habitantes de los bosques que rodean el valle.
Las distintas tonalidades de verde, a veces se interrumpen con los grises de las cumbres de granito.
Los ríos, los regatos y las fuentes que discurren por el valle llevan sus aguas al Masma, río más importante de Mondoñedo, formado por las aguas del Valiñadares y el Cesuras. Más tarde se les unirán el Tronceda y el Figueiras, a partir de donde tomará el nombre de Masma, río que pronto llegará al mar en la ría de Foz.