En la distancia y de viaje nos enteramos por el diario El Progreso y llamadas telefónicas desde Mondoñedo de la dolorosa noticia del fallecimiento de nuestro amigo Abilio Alves García, muy conocido en Ferreira del Valle de Oro y en la comarca por haber regentado durante muchos años, allí, el Bar Os Lobos.
Todo se acaba y le llegó el momento cuando, como casi siempre, no se esperaba, a quien fue un gran hombre, honrado, servicial, amigo de los amigos, nacido con un don con una habilidad enorme para estar precisamente detrás de un mostrador y con una gracia especial para ganar asiduos a su negocio con esmerada y pulida simpatía. Rápidamente entablaba amena conversación y siempre tenía presente una sonrisa que infundía alegría. Se esforzaba con sumo cuidado y diligencia en hacer bien las cosas para que el cliente estuviese siempre satisfecho.
No se nos olvidará jamás con que satisfacción nos recibía a los de la Paula cuando visitábamos su cuidado local de tapas y chateo. Representaba a un maestro en cómo debe tratarse a los clientes. Era noble y decoroso en la vida social, persona de paz, un caballero. Muy querido por muchos en el Valle de Oro y en la zona como pudimos comprobar en primera persona que quedó demostrado en el gentío que acudió al tanatorio a rendirle el último homenaje en el viaje a la vida eterna.
Admiraba la ciudad de Mondoñedo a donde solía acudir cuando sus ocupaciones y en los últimos momentos su salud se lo permitía. En cuanto tenía ocasión saboreaba con deleite la auténtica, sólo la auténtica, tarta de la ciudad episcopal. En la ciudad del Masma se enamoró nuestro afable amigo y se casó con la bella, y para él salerosa y donairosa, mindoniense Angelita Novo García, hija del inteligente calígrafo y conocido Pepe Novo y de su esposa Emilia. De su unión con Angelita deja al hijo Abilio, también conocido industrial de la hostelería en Ferreira donde dirige el pub Atalaia. No será, pues, fácil reparar su desaparición y gran pérdida. Nos unimos públicamente al dolor de su referida esposa, mencionado hijo, su hija política Pilar, conocida enfermera del Polusa,  y demás familia. Descansa en paz para siempre amigo Abilio, deseando y esperando que este humilde homenaje te alivie el camino hacia ese eterno descanso. Así lo opino.

LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo


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