Ojeando un diario de tirada nacional, viene un anuncio de una importante agencia de viajes con propaganda de FEVE, con el título, “El expreso de LA ROBLA”, tren con salida desde Gijón y final del trayecto en A Coruña,  con excursiones en autobús a diversas poblaciones entre las cuales figura MONDOÑEDO.

La primera impresión fue de estupefacción y asombro. Yo cuando leía esto no daba fe a lo que estaba viendo y creía por un momento que se había hecho realidad aquello que escribe D. Santos San Cristóbal en su libro La Ciudad de Mondoñedo: “A punto estuvo de pasar por la ciudad el ferrocarril. Era una línea que había de empalmar en Foz el de la Costa Cantábrica…En total eran 70 kilómetros…El primer proyecto data de 1870, se trató también en 1916 y en 1925”.  Pero no, el anuncio lo aclara y yo me caigo de la nube y vuelvo a pisar tierra.

La verdad es que, a pesar de lo anterior,  me ha causado una grata sorpresa por considerar que es muy importante para la ciudad, máxime cuando  se aprecia  globalmente mucho más  cuidada ya que  se han restaurado y rehabilitado zonas antes en estado de semi-abandono o cuando menos poco presentables, caso de Alcántara o el mismo Ponte do Pasatempo, hoy por hoy, rincones muy dignos y para visitar. Este tipismo es lo que buscan los viajeros.  Bajo mi humilde punto de vista, es una excelente noticia, un motivo de orgullo  y satisfacción

Curioseando y adentrándome  en la pagina de internet correspondiente que anuncia este viaje, veo que en total se van a recibir 15 expediciones durante los meses de Junio (4), Julio (4), Agosto (4) y Septiembre (3), que no es poco ni mucho y, desde luego,  menos es nada y que conviene tener presente para que se lleven un recuerdo, ”una experiencia INOLVIDABLE” como reza el anuncio de la agencia.  Hay espectacular museo catedralicio muy importante, donde nada falta, y menos aún está de más; lugares de atención preferente,  rincones emblemáticos admirables y lugares de leyendas, con la costa a pocos kilómetros. Pasear por Mondoñedo es casi casi  un viaje en el tiempo y si de paso catan sus afamadas y riquísimas tartas, pues se llevaran un recuerdo imperecedero y seguro que alguno repetirá. Al viajero hay que conquistarlo. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Hay que pensar que la ciudad episcopal tiene un potencial  futuro turístico importante, en eso que hoy se da en llamar “turismo de interior” y con la costa y sus playas a pocos kilómetros.  Pero para que la cosa vaya a más hay que cuidar bien los detalles y dar todo tipo de facilidades a los viajeros. Y ahí viene, bien a propósito  que  aquí la oficina de turismo juega un papel importante, ya que los pequeños detalles puede tener una importancia trascendental.  Aquí no vale el si te he visto no me acuerdo.   Todo esto y nada más que esto.

En todo caso, felicidades y a salir airosos de la prueba para que se repita y no dejen de incluirnos en el circuito.

 

Antonio Doménech Ladra - Valencia


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