Bajo este encabezamiento, se descuelga con un artículo en el que pone en solfa -en orden- a MONDOÑEDO,  firmado por Don Xosé Ruiz Leivas, que leo detenidamente, y con mucha pena, en el periódico del mismo nombre, correspondiente al mes de Agosto; además de muchas otras cosas que hablan del devenir de la ciudad, durante el II trimestre de 2012. Las palabras pesan y dicen más de lo que dicen y es que producen escalofríos ver la realidad. Habla claro y pone el dedo en la llaga de los problemas que nos aquejan.
 
Escribe el referido, sobre el Parque Empresarial ubicado en Mondoñedo  de  70.000 m2 de los cuales 35.403 son naves industriales  y cuyo promotor es la mercantil SUELO EMPRESRIAL DEL ATLANTICO. S.L. Según, parece ser, hay disponibles 24 parcelas, debidamente equipadas, pero dadas las actuales circunstancias, no hay clientes/empresarios que se fijen en este ofrecimiento, donde resulta evidente que contaría con una mano de obra con muchas ganas y necesidad de trabajar.  Desplazarse lejos en busca de trabajo acarrea muchos sacrificios.
 
Debido al estancamiento económico total de España,  la comarca ha sufrido una auténtica sangría social y laboral con  el cierre de FINSA –antigua ECAR– sobre cuyo particular me permito y tomo la libertad de hacer mención al artículo publicado en este mismo periódico,  por Juan Carlos López Torres, donde expresa la dolorosa realidad, a quien le animo y con quien comparto su punto de vista. Ha sido un hachazo para el mundo laboral  de  Mondoñedo. Y es que  las empresas, mal que nos pese, no son ninguna  ONG y se rigen por su cuenta de resultados,  teniendo presente  aquello tan viejo y siempre presente de  que,  sin benéfico no hay empresa que valga.   No es cuestión de pareceres, sino de objetivos. También tienen ellos / los empresarios /  que hacer grandes esfuerzos,  equilibrios y luchan -la inmensa mayoría- hasta la extenuación para que la empresa continúe en su actividad, aun cuando siempre habrá algún desaprensivo que vaya a degüello y con un cinismo sorprendente, para hacernos creer que lo negro es blanco y la noche es día.  La devastación provocada por la crisis es generalizada y el ajuste no tiene vuelta de hoja.  Se hizo lo imposible por parte de  unos y otros.
 
No cabe duda de que es, efectivamente, el potencial de madera nuestra mayor riqueza y he leído alguna cosa sobre la posibilidad de instalarse en Mondoñedo,  empresas como ENCE, EOGAL BIOENERXIA etcétera.  Hay que tener un cuidado exquisito con el tipo de industria –medio ambiente- y no hace falta mayor explicación. Pero las buenas intenciones no bastan. También se habló en su día –quiero recordar que fue coincidiendo con las elecciones municipales últimas- de una industria de informática o algo parecido, pero de aquello nunca más se supo. Además, y ligado a lo anterior, a nuestros jóvenes en los ciclos formativos de FP se les da XESTION FORESTAL, y, por algo será.  Aprovechemos este caudal.
 
Una mínima posibilidad  que veo desde muy a lo lejos y sin más ángulo de visión que mis recuerdos de la infancia y adolescencia –tal vez sea una idiotez- es el de fijar el objetivo en algo y con esos “productos de renombrada calidad” que dice el autor se producen en nuestro valle.  ¿No podría Mondoñedo montar alguna cooperativa?  Hace pocos días se celebró en Lorenzana  “A FESTA DA FABA”, declaradas de Interés Turístico de Galicia. No sé a que equivale ni a cuanta gente ocupa, pero para el caso es lo mismo. Parece  que ya exportan a Barcelona y Madrid y que su mercado más importante es nuestra vecina Asturias.  Es una hermosa muestra de la que todos podemos extraer  interesantes conclusiones. Yo me acuerdo ahora (la vida es una secuela de la infancia,  la caja negra de la memoria) que  cuando  era un niño,  los coches de a Forneira y  Morán,  salían cargados de verdura a los mercados de Lugo, Villalba, Ribadeo, Ferreira,  etcétera y  los humanos seguimos comiendo todos los días.   Me imagino la complejidad, pero dadas las circunstancias,  algo tendremos que hacer, para abordar dignamente ese futuro y que no sea por falta de amplitud de miras.
 
Escribe el autor sobre  el TURISMO DE CALIDAD. Casi nada.  Expresar opiniones diferentes no es mala cosa. Sé que lo que voy a decir va a ser impopular,  pero faltan muchas cosas que por amor, cortesía y respeto omito pronunciarme. El asunto plantea un dilema resistente a las simplificaciones, salvo que se cumpla la perogrullada  que dijo el actual ministro de Turismo: “que veraneemos siempre en España”. Entonces,  tal vez, nos tocase algo. Dicho con todo cariño y respeto,  no es suficiente  disfrutar  de arte, patrimonio o paisajes naturales.  No son todo ruiseñores los que cantan en las flores. Tal vez los aficionados a la espeleología y  senderismo tendrían un valle hermoso. Con lo que tenemos, resumiendo la cosa, no es suficiente. Vendamos ilusión, mucha que buena falta hace, vendamos futuro, pero tengamos los pies bien falcados en tierra.
 
La cuestión que permanece abierta y sobre la que me gustaría llamar la atención, es en  relación con los JUZGADOS en la ciudad y aunque suele a manido,  pues me remito a mi anterior escrito del día 11 de mayo  y me ratifico. Seria una gran cosa para Mondoñedo y la pelota está sobre el tejado.  Las autoridades y especialmente las  plataformas, deben de estar vigilantes y atentos. Lo que no debería de suceder, y es preciso que no suceda, es que, una vez más nos quedemos a “dos velas”. Como decía Toynbee: “una de las enfermedades crónicas de los seres humanos es atribuir su propio fracaso a fuerzas que están completamente más allá de su control”.  Si como muy bien escribe el Sr. Ruiz Leivas: “(…) también es cierto que Mondoñedo no está quieto, la gente se une, las autoridades se mueven…”.  Entiendo que  por historia y por ser sede episcopal, debería de ser la elegida  De recaer el nuevo Partido Judicial,  englobaría a Vivero, más los 7 municipios  y a Villalba,  con  sus 6 municipios.  Con ello  se restituiría  a la ciudad una parte importante de la categoría  que rebosa, que no se le puede negar y  que por historia le corresponde.  Esperaremos nuevos pasos para saber por quien se decantan y se lleva el “gato al agua”.   El peor enemigo –con todas las encuestas a favor – es la autoconfianza,  y como muy bien todos vamos sabiendo, los votos son el único lenguaje que en última instancia comprenden los políticos.      
 
Para finalizar,  la primera crisis que uno recuerda y tiene uso de razón,   fue la del petróleo (1972-1973);  la segunda después de la Olimpiada de Barcelona y la Expo de Sevilla en  1.992, pero nada que ver con esta,  únicamente comparable con aquellos  años que dieron en llamarse  “del hambre” – corrían los 40 del pasado siglo  – no nos hemos enfrentado los españoles en general y mindonienses en particular a una coyuntura tan difícil y, lo que es peor, con tan pocos recursos para superarla. El panorama actual es otro: globalización. Lo peor es siempre posible y  el deber de los hombres responsables es impedir que lo peor se convierta en realidad. Se que escribo palabras inútiles, consabidas, previsibles, mil veces repetidas, con  la certeza de que no van a servir para nada. Solo trato de abrir una espita de esperanza  por Mondoñedo.  El “arrimar el hombro”,  como dice el Sr. Ruiz Leivas.
 
Perseverancia y tenacidad
 
 
Antonio Doménech Ladra - Valencia


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