El título, por cierto, ya se encarga de responder a la experiencia - frustrante - a pesar del poco tiempo transcurrido desde su inauguración. No es la primera vez que escribo sobre esta obra.  Todo lo que sigue a continuación, viene a cuento  con lo que  venimos escribiendo/denunciando,  sobre esta autovía, aun cuando uno es consciente de que nuestros escritos no sirvan realmente  para nada y vayan a parar a al cesto de los papeles, como sucede en otras muchas ocasiones, por no decir casi siempre.   Y es que escribir, de poco, o más bien de nada  sirve, salvadas todas las respetables excepciones.

Al respecto, el día 8 de los corrientes leía en este mismo portal  el articulo de Lorenzo ARES ROBLES – siempre pendiente de todo lo que sucede en nuestra ciudad, y, cuya predisposición bonhomía agradecemos -  y, ahora,  recibo la publicación MONDOÑEDO, correspondiente al segundo trimestre del año en curso, y, una vez más,  otra columna  - media pagina – donde  Miguel PAZOS OTÓN  (perdón por el tuteo), analiza y construye una serie de opiniones, que  sintetiza en tres puntos, que comparto plenamente,  dado su acierto y conocimiento  de lo sucedido con  esta  Autovía Transcantábrica ó A-8, respecto de nuestra querida ciudad mitrada,  del cual entresaco algunas frases cuyos contenidos son muy claros, transparentes y, de ahí, lo que el da en llamar muy acertadamente,“desaguisado”. ¡¡Y vaya si es!!

Escribe Pazos Otón:  

“A fermosa vista dende o val de Mondoñedo queda tronzada por unha fenda a media ladeira que rompe o verde e a suavidade da paisaje”.

“…grave impacto paisaxistico e ambiental non só no alto da serra…senon sobre todo nas ladeiras do monte Padornelo”.

“Ocurre que a nova autovía deixa a Mondoñedo nun fondo de saco, alá postrado no seu val, e desconectado na práctica da nova infraestructura…”.

“É moi posible que os autonomobilistas sigan de largo e ignoren a Mondoñedo”.

Recordaran,  mis sufridos lectores, que -  lo digo al principio -  en  otra ocasión ya escribí sobre el particular y,  un poco por lo que sabemos y, un mucho por lo que intuimos, en cuanto a los pronósticos y beneficios de la A-8 a su paso por  Mondoñedo y no era nada optimista – quizá el pesimismo sea una deformación óptica que nos hace ver las cosas tal y como ellas son -  en mis apreciaciones, teniendo presente lo sucedido con otras poblaciones a lo largo  y ancho de nuestra España.  Sí, efectivamente, la ciudad queda aislada y ello  repercutirá negativamente en el ya escaso turismo -  potencialmente nuestra principal “industria -   con  su catedral, museo, seminario, santuario, casco antiguo, cuevas del Rei Cintolo; además de su   agricultura,  ganadería y  pequeña industria.  

Continúa escribiendo  PAZOS:

 “Xa que no se fixo o trazado por onde debería ser (ao outro lado do val, cun posible túnel que sairía por Zoñán)”.

 “…é tempo de tentar corrixir na medida do posible o desaguisado”

Y para ello habla de un potencial nuevo acceso directo desde Lindin (uno de los balcónes de la ciudad)  hasta Mondoñedo. No sé si es a través de la actual LU-124, que para mí sería la mejor  solución, tanto en lo económico como  paisajísticamente,   con buen firme y en inmejorables condiciones ó si se trata de un nuevo trazado con el consiguiente riesgo de “afear” todavía más la ladera y consecuentemente el hermoso valle que recordamos desde la lejanía geográfica y la cercanía emocional.

“La ciudad deitada no chan como unha muller preñada e silenciosa”

 Lo que sí parece que tenemos todos  meridianamente claro,  es que esta vía parece la  entrada más lógica y  natural a la ciudad,  evitando de esta forma esos 13 kilómetros -  cuando se circula  sentido Oviedo -  de curvas que hay que recorrer desde el alto da Xesta/Folgueirarrasa (otro balcón de la ciudad)  o algunos menos, desde  las proximidades de Lorenzana, cuando venimos  de Asturias,  trazados que  discurren  por la N-634 o carretera antigua. Repito, lo sensato seria  reparar, concienzudamente,  la actual LU-124 y dar entrada y salida  a la ciudad por la misma.  Soy pesimista en cuanto a  un nuevo trazado, rompiendo la ladera,  ya que tenemos la infausta  experiencia  de la A-8.

 Los problemas habidos con las laderas do monte  Padornelo   -  por cierto, quedó desfigurado después del “mordisco” causado por el trazado de la autovía y perdió parte de su encanto -  “…sobre el antiguo y amado  Padornelo, enciende sus candelabros el lucero de la tarde”.   Recurrir a lo antiguo es, en muchos sentidos, detestable, pero es nuestro. No son líneas de nostalgia, sino de vivo recuerdo a la ciudad que me vio nacer. “Mondoñedo, un tan puro y rico producto de casi mil años de vida, canónica, aristocrática, militar y letrada tiene que hallar la suerte que la libere y la fiesta que la alegre”.  

Pero hace falta esforzarse mucho para no preguntar ¿Esto no se contempló cuando se puso en marcha el proyecto inicial? De todas formas, todo lo que está sucediendo con estos accesos resulta  perjudicial para “mi ciudad antigua de Mondoñedo”, que aun no siendo lo que fue, sigue siendo nuestra, muy nuestra.  La principal consecuencia, tal  vez ya constatada, será la perdida de visitantes.   La ciudad,  con esta autovía dejó de tener esas vistas tan hermosas que hacían el delirio de los que circulaban por la N-634 y se paraban en lo que conocíamos por  el PARADOR, hoy en total y absoluto abandono. “…pero a vuestros pies está la dulzura del valle, y en su corazón la ciudad”.  “Solo por ver desde lo alto a Mondoñedo entre el oro y el verde de octubre….merece la pena”.

Claro, nunca llueve a gusto de todos y la cuestión es que los que – en mi opinión – salieron ganando fueron otras muchas poblaciones, que por su situación geográfica se hallan en condiciones de “favorecerse” de esta  rápida autovía, de lo cual todos tenemos que alegramos muy  sinceramente. Citaría como un ejemplo muy de actualidad,  la playa de  AS CATEDRAIS, hoy por hoy, la playa más visitada, que no de bañistas,  muy probablemente de Galicia, principal reclamo de A Mariña, que además de su reconocida belleza y espectacularidad, viene anunciada por todas partes en cualquier edición que se precie que hable de Galicia; cosa que por desgracia no sucede con nuestra querida  ciudad. Es una pena que no se pueda aprovechar este  reciente e inesperado filón, “a tiro de piedra” de Mondoñedo,  como dice muy bien Pazos Otón. Sí, estamos incluidos en la relación de Conjunto Histórico-Artístico desde 1985 y habría que hacer lo necesario para que figurase  en el Catálogo Monumental de España. Luego en los carteles de la autovía (desconozco si Fomento lo autoriza; tengo mis serias dudas), indicar lo de Conjunto Histórico  Artístico,  que de algo  bueno servirá.  Nada se pierde por intentarlo las veces que hagan falta.  Alguien que no recuerdo ya escribió “No hay que esperar que el barco venga por uno. Lo único que hay que hacer es tomar un bote y bogar hacia él”.  No nos queda otra que pensar en el triunfo del esfuerzo y olvidarse, provisionalmente, de este lastre, invadido por el estupor e incredulidad. La realidad sigue erre que erre haciendo de las suyas.

En suma y para finalizar, desde mi particular punto de vista,  hay motivos de peso para estar descontentos con la A-8. Ahora,  es el momento de contrastar la eficacia y la disposición a encontrar soluciones imaginativas (más o menos ya están pensadas y escritas) y, donde otros solo ven tinieblas, la ciudad de Mondoñedo y sus gentes,  vean prosperidad. Necesitaremos de la fe del pescador – y su paciencia –,  pero algo habremos de hacer  más bien que mal. A nuestras autoridades locales, no se les puede responsabilizar de nada, ni señalarles como culpables. Pero tal vez sí haya donde quejarse y ser escuchados. Me refiero a la Diputación, Xunta y Fomento.  ¡Se les caerá la venda de los ojos!  Seria una pena que se prolongase el tira y afloja alrededor de una necesidad. Duele ver acumularse errores cuando está por medio una necesidad y petición justa.Tal vez no sea el mejor momento, pero nadie en sus cabales puede entender que no se escuche las reclamaciones de los mindonienses, con sus autoridades locales al frente – todas – haciendo piña.  Leo en alguna parte: “donde hay una voluntad hay un camino”. Algo habrá que hacer. Por mi parte, creo que ya lo he dicho todo. ¡¡Mucha suerte!!

Antonio Doménech Ladra.
Valencia a 25 de Junio de 2014.

PD. Los renglones  en  negrita, entrecomillados, que van apareciendo en este escrito,  corresponden a la producción literaria de D. Álvaro Cunqueiro, que como bien sabemos todos los mindonienses, fue un gran enamorado del Padornelo y del valle ¡¡Si levantase la cabeza!!


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