Al Noroeste de la España antigua, venida desde los tiempos de las
personas que solo se dedicaban a defenderse de los animales y a la caza
de éstos para su sostenimiento, agrupándose alrededor de su constante
amigo el fuego que les daba alegría y seguridad y que también suavizaba y
humanizaba sus corazones, y en donde nacieron sus historias y primeros
poemas, se halla mi buena querida amiga la Galicia tan diversa que el
mismo día en sus tierras interiores del Sur tiene unas temperaturas de
40 grados centígrados y en las litorales del Mar Cantábrico, que le baña
por el Norte, recoge el rocío que suavemente acaricia a sus habitantes
produciéndoles la satisfacción de poder dormir y descansar en sus camas
con una sola manta y les concede la excepcionalísima vista de sus verdes
tierras.
El Estatuto de mi Galicia de España la diferencia de su hermana Galitzia definiéndola como una nacionalidad histórica. A mi querida Galicia que en la antigüedad los griegos denominaban Kalekoi, la debemos recibir como procedente de los celtas que arribaron en dos oleadas sucesivas, la primera en torno a 1.800 a.C. y la segunda en torno al siglo IV a. de Cr. que en la época medieval se constituyó como reino independiente, con el nombre de Reino de Galicia, aunque transicionalmente en el periodo entre la Edad Antigua y la Edad Media fue llamada ocasionalmente Suevia por haberse establecido en ella las etnias invasoras de los germanos suevos.-Actualmente, las Normas ortográficas y morfológicas del idioma gallego aceptan que se llame Galiza como forma legítima. Sin embargo la única forma oficial es Galicia, predominando esta forma de Galicia en la lengua oral, siendo su símbolo acústico más solemne el himno Os Pinos de letra de don Eduardo Pondal y la música del ilustre mindoniense Don Pascual Veiga, que fue interpretado por primera vez en La Habana (Cuba) el 20 de diciembre de 1.907, si bien ya había sonado con anterioridad en las inmediaciones de la Catedral de la Asunción de Mondoñedo, y, posiblemente, en ésta.
Las primeras pruebas de presencia humana en Galicia se remontan a hace 300.000 años, en el Paleolítico inferior.
Pasamos por el Paleolítico Medio 15.000 años a. de Cristo, por el Neolítico (5.000 al 2.000 a C.) y llegamos a la Edad del Bronce entre 2.250 a C. y el 700 a C. que llegan nuevas poblaciones y a la etapa castreña entre el año 700 y el año 1 de nuestra era, llegando los celtas que trajeron el caballo domesticado, y la invasión de los suevos y los alanos.-
Luego llegan los romanos sometiéndonos por el año 23 a C.- con el latín y más tarde el cristianismo.
Llega la Edad Media con los suevos germánicos que se mantendrán unos 170 años.
En torno al año 715 el Islam llegaría al Sur de Galicia.
Viene la Reconquista y luego el Reino de Galicia se conforma y llegamos a la Edad Media y en ella al Norte de la provincia de Lugo, en A Mariña, que se divide en occidental, central y oriental, nos encontramos con la urbe que ocupa la quinta posición de las más importantes de dicha Mariña, por orden de número de habitantes, y al mismo tiempo la capital de la Comarca de la Mariña Central, llamada Mondoñedo, con sede episcopal y que fue capital de una de las siete provincias históricas gallegas del Reino de Galicia hasta 1.833.
Mondoñedo es poseedor del sufijo celta etu que se corresponde con la abundancia de rios y fuentes en la zona, lo que ignoraba el autor del proyecto de la A-8 a su paso por la Ciudad, que le supuso un enorme gasto a la Administración.
Mondoñedo de clima benigno es Medieval. La reina Urraca traslada la Sede Episcopal de San Martiño-Foz a Vilamayor de Val de Brea, o Vallibria, la actual Mondoñedo, lo que ocurre en 1112. En 1156 Alfonso VII le concede la categoría de Ciudad.
Mondoñedo sufre una progresiva disminución de la población, debido a la emigración y al índice de la natalidad que va en disminución. En 1.900 Mondoñedo pasaba de 10.500 habitantes. Y en la actualidad tiene sobre unos 4.500 habitantes.
El casco viejo de la ciudad fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1.985, donde destaca la Catedral declarada monumento nacional y construida en el Siglo XII, por el Obispo Martiño entre 1.230 y 1.248 y su puerta es románica y cuenta con un rosetón ojival del Siglo XIII. Las vidrieras barrocas, las torres y el frontal son del Siglo XVIII, mandadas hacer por el Obispo Muñoz y Salcedo. Al lado de la Catedral se halla el Palacio Episcopal y frente a la fachada los soportales de la preciosa Plaza de la Constitución, plaza ésta que está deseando que en su subsuelo se construya un aparcamiento de vehículos que signifique una gran obra arquitectónica y amplíe la belleza de la Plaza y el bienestar de los mindoniense y sus visitantes. Así lo opino.
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo