Me gustaría que se abriese una línea de recuerdos de aquellos comienzos del Instituto Laboral San Rosendo. Para abrir la puerta, creo que nada mejor que recordar a Pepe Novo dando la hora a D. Francisco Mayán, que le reprocharía académicamente con aquella famosa frase: "Sr. Novo, un minuto antes de la hora, no es la hora; un minuto después de la hora no es la hora. La hora, es la hora."
 
Siguiendo con el Instituto Laboral, mi recuerdo va para los alumnos que colaboramos eficazmente en la eliminación del famoso "balado" que dividía prácticamente en dos el Campo de Prácticas, que así se llamaba entonces.

Para el recuerdo, los helados de la Ribadense, que saciaban nuestra sed y el descanso en la tarea cantando una canción por entonces conocida: "Señor cura onde lle vai a sobriña, que lle quero preguntare cómo se salan sardiñas". Alguno la recordará en  toda su extensión.

Para no dejar sin detalles el comienzo del recuerdo, es posible que esta anécdota de la expulsión de clase, sea un ejemplo francamente digno de señalar.
Pepe Cabanela, compañero de pupitre, debería de estar haciendo alguna gracia y a D. Néstor Casanini, profesor de Dibujo, no le gustó mucho. Con su fenomenal paciencia y sin elevar el tono de la voz, siempre baja, le ordena: "Sr. Cabanela, coja sus cosas y vaya a la calle"

Pocas veces he visto un profesor tan comedido y correcto. Por eso en clase decía y era cierto: "Mi bigote es, simétrico". Puchades, también valenciano como Néstor Casanini Villaplana, seguro que le conocía.
 

JOSÉ RAMÓN DÍAZ CRUZ

 

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