Hace largo tiempo que no converso equis particularmente con un voluminoso hombre por su estatura y sus valores desde los pies a la cabeza entre los que tan sólo destacaré el de la igualdad democrática a la que le arrastró su enorme honestidad, cualidad ésta que demostraba y demuestra con pudor y decencia por sus buenas costumbres desde los tiempos del Instituto Laboral de San Rosendo de Mondoñedo.
Donde también destacó como uno de los mejores alumnos que por allí pasamos en cuanto a notas o calificaciones de las asignaturas. Hombre agradable que desborda alegría y la transmite, con su perenne sonrisa de la que necesitamos muchas veces.-
En el verano que finalizó con el día de ayer hizo la ocasión para visitar a su ciudad natal, nuestra querida Mondoñedo, en la que dejó señas de que si sus pretensiones caminan hacia adelante por la Ciudad del Bría menos ha de venir. Tuvo tiempo para entrar en la sección Libro de Visitas de la página bien querida de Mondoñedo.net y dejar allí constancia de lo que siempre poseyó como admirar injustificadamente al que suscribe reconociendo a éste su dedicación y alabándola hasta el extremo de calificar inmerecidamente de excelentes sus artículos que con cierta frecuencia aparecen en la página mencionada, trabajo por el que le envió gracias, que desde aquí no tenemos más remedio que agradecérselas de todo corazón, lugar éste que recibió un satisfactorio impacto emocional al recordarle tan honrado señor como un gran portero y buen amigo, y al que prometió enviarle una fotografía dedicada del mejor guardameta del Mundo de todos los tiempos, el incomparable Iríbar.
El 18 de este mes, este gran hombre se inicia en la página de Mondoñedo que se citó como escritor y nada menos que con el acierto de abrir un relato de los recuerdos de aquellos tiempos del Instituto Laboral de San Rosendo de la Ciudad del universal Álvaro Cunqueiro, y lo hizo con el mayor acierto a que te puede llevar la virtud de la igualdad democrática que posee, como es haber homenajeado con su recuerdo a Pepe Novo, uno de los mejores calígrafos que he conocido y ejemplar profesional y persona, recordando el reproche de aquella famosa frase que todos los alumnos del Doctor Mayán conocemos y recordamos junto con la esmerada educación cívica que siempre nos impartió. Y efectivamente es digna también la anécdota entre el muy conocido alumno, el amigo Pepe Cabanela y el profesor del bigote simétrico el valenciano Néstor Casani Villaplana.
Y para terminar con este homenaje a mi amigo y continuar los relatos de lo que pasó en el citado Instituto Laboral, del que salías con una preparación extraordinaria y práctica para la vida a la que habías de enfrentarte luego, hemos de verter aquí, con el permiso de Pepe, aquella otra anécdota en la que fue partícipe: El profesor que fumaba tabaco rubio hasta los alrededores de los día quince de cada mes, dicho sea con todo el respeto y cariño que le profeso y a quien envío un abrazo porque sé que vive, ofrecía a Pepe los lunes el cambio de la cajetilla de los cigarrillos que los domingos, tan sólo, usaba Pepe para fumar y éste cansado del resultado del trato vio en uno de los lunes como el profesor tenía la cajetilla casi completa y le invitó al cambio con el resultado de que la del profesor tenía tabaco rubio y la de Pepe iba casi llena y contenía peninsulares, y consumado el trato, consiguió arrancar la carcajada de toda la clase y los colores del enseñador.
Y así pasaron las cosas, buen amigo Manulo y querido amigo José Ramón Díaz Cruz así te las contamos dándote las gracias por tus piropos, por tu sonrisa y por participar en tu amistad, y así lo opino.

  LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo

 

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