Francamente expresándonos, actuando tal como pensamos o sentimos, libre
de fingimientos, vemos, entendible y claro, que, en estas Elecciones
Locales de 2.015, un elevado tanto por cien de los mindonienses y de
personas que viven en Mondoñedo por distintas razones, puedan tener el
convencimiento de que los Partidos Políticos Beenega y Peesedega bailen
al mismo ritmo para poner entusiasmo distinguido en querer amargar la
fiesta electoral a la ciudadana de la pequeña Ciudad de la Paula, doña
María Elena Candia López, y al PePe, y en querer que éste no vuelva a
gobernar en Mondoñedo, haciendo gala de aquello de que todos contra el
PePe, todos contra el cambio, pase lo que pase.
Y que quieran gobernar la Ciudad de Pascual Veiga otros cuatro años, después de 8 años sin provecho adecuado, posiblemente pensando en que nada importante van a hacer por Mondoñedo, más que asegurarse legítimamente durante esos cuadro años unos interesantes sueldos y buenas bases para el retiro por jubilación. Ellos, con ese convencimiento, tal vez vean claro que Mondoñedo con el grupo BNGPSG va a sufrir cuatro años más de parálisis sin pizcas de medrar.
Sin embargo, entrando el PePe en el Gobierno de Mondoñedo, a lo mejor, aquellos seres convencidos piensan que sería un buen resultado para la Ciudad episcopal al ser probable que doña Elena Candia sea la próxima Presidenta de la Diputación de Lugo, y un Ángel preparado, con edad idónea, con talento, trabajador, perfecto dirigente como tiene demostrado en la banca y en su empresa familiar, y especialmente adentrado en el difícil campo de los empresarios, con experiencia en la lucha donde haya ángeles de la oposición, sea el futuro Alcalde de la Ciudad que fue capital de una de las antiguas provincias del Reino de Galicia. Y este acontecimiento, a buen seguro que tales seres convencidos, lo ven de maravilla para el progreso de la nativa Ciudad del universal Cunqueiro, al quedar ésta gobernada por amigos de aquellos que lo hagan en Madrid, Santiago y Lugo.
Sería un juego justo, legítimo y democrático, como lo es que cualquier ciudadano se presente a unas elecciones para la defensa democrática de una determinada Ciudad y se convierta en político. Ciudadanos con todos sus derechos para dedicarse al arte de la política que debemos respetar democráticamente y que, por haber entrado en política, los demás, que nos quedemos fuera, no tenemos derecho alguno a ponerles caras feas y desagradables, ni, mucho menos, retirarles el saludo.
Y según una persona tiene derecho a ser político con las condiciones expresadas, los que decimos lo que pensamos respecto de ellos, los que nos expresamos libremente defendiendo la tierra que nos vio nacer, los que somos cronistas y críticos, siempre con el debido respeto, también tenemos indiscutiblemente esos derechos como los políticos. Y miren, señores políticos, seguro, que nosotros, no cobramos nada por defender nuestra tierra, y si algunos de ustedes, son tan sensibles, tan retrógradas, tan ignorantes, tan antidemocráticos, que no aceptan que les valoremos siendo personas de servicio público, dimitan, váyanse para sus casas, y resguárdense en las salas de estar de éstas. Jamás quisimos ofender a nadie, y, permítannos, que les digamos que si tenemos que pedir disculpas, como ya lo hicimos alguna vez, porque somos personas con civismo y educación, lo haremos porque es nuestra obligación, por nuestra forma de ser y porque sabemos de donde procedemos. “Hai algúns que ainda hoxe non lles vimos pedir disculpas, por cousas infinitamente peores”. Trabajen y den soluciones a los convecinos y nada de algaradas, que ser político municipal es muy serio, y, desde luego, no es trabajar el odio, ponerse en contra del diálogo, de la palabra y perjudicar a los vecinos.
Pensamos que el próximo día 24 todos debemos acudir a votar, previa la adecuada reflexión impuesta para el sábado, luchando así porque la abstención sea mínima o cero, y porque, en un nivel muy elevado, Mondoñedo, se la juega. Así lo opino.
Sin embargo, entrando el PePe en el Gobierno de Mondoñedo, a lo mejor, aquellos seres convencidos piensan que sería un buen resultado para la Ciudad episcopal al ser probable que doña Elena Candia sea la próxima Presidenta de la Diputación de Lugo, y un Ángel preparado, con edad idónea, con talento, trabajador, perfecto dirigente como tiene demostrado en la banca y en su empresa familiar, y especialmente adentrado en el difícil campo de los empresarios, con experiencia en la lucha donde haya ángeles de la oposición, sea el futuro Alcalde de la Ciudad que fue capital de una de las antiguas provincias del Reino de Galicia. Y este acontecimiento, a buen seguro que tales seres convencidos, lo ven de maravilla para el progreso de la nativa Ciudad del universal Cunqueiro, al quedar ésta gobernada por amigos de aquellos que lo hagan en Madrid, Santiago y Lugo.
Sería un juego justo, legítimo y democrático, como lo es que cualquier ciudadano se presente a unas elecciones para la defensa democrática de una determinada Ciudad y se convierta en político. Ciudadanos con todos sus derechos para dedicarse al arte de la política que debemos respetar democráticamente y que, por haber entrado en política, los demás, que nos quedemos fuera, no tenemos derecho alguno a ponerles caras feas y desagradables, ni, mucho menos, retirarles el saludo.
Y según una persona tiene derecho a ser político con las condiciones expresadas, los que decimos lo que pensamos respecto de ellos, los que nos expresamos libremente defendiendo la tierra que nos vio nacer, los que somos cronistas y críticos, siempre con el debido respeto, también tenemos indiscutiblemente esos derechos como los políticos. Y miren, señores políticos, seguro, que nosotros, no cobramos nada por defender nuestra tierra, y si algunos de ustedes, son tan sensibles, tan retrógradas, tan ignorantes, tan antidemocráticos, que no aceptan que les valoremos siendo personas de servicio público, dimitan, váyanse para sus casas, y resguárdense en las salas de estar de éstas. Jamás quisimos ofender a nadie, y, permítannos, que les digamos que si tenemos que pedir disculpas, como ya lo hicimos alguna vez, porque somos personas con civismo y educación, lo haremos porque es nuestra obligación, por nuestra forma de ser y porque sabemos de donde procedemos. “Hai algúns que ainda hoxe non lles vimos pedir disculpas, por cousas infinitamente peores”. Trabajen y den soluciones a los convecinos y nada de algaradas, que ser político municipal es muy serio, y, desde luego, no es trabajar el odio, ponerse en contra del diálogo, de la palabra y perjudicar a los vecinos.
Pensamos que el próximo día 24 todos debemos acudir a votar, previa la adecuada reflexión impuesta para el sábado, luchando así porque la abstención sea mínima o cero, y porque, en un nivel muy elevado, Mondoñedo, se la juega. Así lo opino.
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo
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