Nos llena de una inmensa alegría que las San Lucas de 2.013 llegaran tan
brillantemente a su fin, después de cuatro días tradicionales muy
intensos y, desde luego, muy duros con toda seguridad para la Comisión
de personas que les hizo frente para aquel fin, porque así lo sabemos
por propia experiencia.
Los esfuerzos han merecido la pena y siendo optimistas, como se debe ser en estos casos de feria y música y como lo fueron los miembros de la Comisión, Mondoñedo posee, sin duda, unas fiestas con gran futuro, además de su vieja y bella historia, ésta casi milenaria.
A nosotros nos resulta muy difícil saber quienes son los que trabajaron para sacar adelante estas fiestas en este año, pero tenemos aprendido que fueron muchos y otros tantos pertenecientes a la sanamente siempre envidiable juventud, serena y tranquila en este quehacer, que bien sabemos que así saben ser cuando necesario es, lo que para Mondoñedo, en esta etapa que atravesamos, es muy importante y necesario
Nos habéis enseñado la forma idónea de trabajar para estos acontecimientos, porque habéis roto claramente con aquella mala costumbre de que en toda Comisión trabajan uno o dos y los demás figuran. Vimos como varios, no sólo uno o dos, trabajabais a destajo en la ejecución del programa, y también antes para confeccionarlo de esa forma tan ejemplar. No disteis lugar a ninguna aposiopesis en el trabajo.
No queda, pues, otra cosa que desear que esta semana sea lluviosa para lavar las calles y la Alameda. Y si queda, que lo hacemos en este instante, daros las más expresivas gracias por llevar a buen fina la edición 857 de As San Lucas de la Ciudad de la Paula, campana ésta que también tuvo su número destacado en el lindo programa que confeccionasteis, y felicitaros, daros la enhorabuena, de corazón, por el trabajo y resultados que habéis sacado a la luz.
Sois unos cracks. Os esperamos para la edición capicúa 858.
Que San Lucas os envíe suerte y que nos traiga mil ediciones más esencialmente iluminadas por el Sol. Así lo opino.
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo