Un personaje que gusta del trabajo, que dedica mucho de su quehacer a
los otros; a lo mejor, jugándose la impagable salud. Quizás, aquéllos de
la envidia, lo ven con afán de protagonismo; porque, a ésos, suele
molestarles que los demás hagan cosas; y se desmoralizan viendo, en
éstos, acción y eficacia. Otros dirán bien de su trabajo, y algunos,
incluso, le obsequiarán con un apodo peyorativo.
Sin embargo posiblemente sin valorarle, ni avalarle sus propios compañeros, continuó hasta que, tal vez, se dio cuenta que su salud peligraba, y que, todo lo hecho y lo por hacer, no merecía la pena y el premio traía enemistades.
Gozaba de un pacto de no agresión. Que una parte cumplió exquisitamente como los caballeros. Pero, aquel buen personaje, no lo logró apreciar. Y no estuvo a la altura de quien le respetó.
En profesiones con arte, los errores se pagan. Y cerrar los ojos a lo acertado, por parecer más grato el error, estando en posesión sólo de un manojo de un tanto a conseguir relevantemente mayoritario, con antipatía a otros, no sacando leña al fuego para que no se propague, es seguro producto que puede llevar a una presión difícilmente soportable.
Parece claro que las citadas profesiones, no se pueden ejercer quizás pensando en la venganza hacia aquellos que significan mucho más que un manojo, ya que con el tiempo llega el desánimo; que te puede llevar a abandonar.
Las experiencias, en ese campo de las profesiones con arte, no deben ser aventureras. Es bueno cuidar los rebaños para que ninguna oveja insulte, ofenda. Y si se quiere demostrar que lo que uno representa y lo que otro ostenta pueden convivir, se intentará, teniendo más de un camino, con la de más relevancia y con la que más pueda hacer. Así lo opino.
Gozaba de un pacto de no agresión. Que una parte cumplió exquisitamente como los caballeros. Pero, aquel buen personaje, no lo logró apreciar. Y no estuvo a la altura de quien le respetó.
En profesiones con arte, los errores se pagan. Y cerrar los ojos a lo acertado, por parecer más grato el error, estando en posesión sólo de un manojo de un tanto a conseguir relevantemente mayoritario, con antipatía a otros, no sacando leña al fuego para que no se propague, es seguro producto que puede llevar a una presión difícilmente soportable.
Parece claro que las citadas profesiones, no se pueden ejercer quizás pensando en la venganza hacia aquellos que significan mucho más que un manojo, ya que con el tiempo llega el desánimo; que te puede llevar a abandonar.
Las experiencias, en ese campo de las profesiones con arte, no deben ser aventureras. Es bueno cuidar los rebaños para que ninguna oveja insulte, ofenda. Y si se quiere demostrar que lo que uno representa y lo que otro ostenta pueden convivir, se intentará, teniendo más de un camino, con la de más relevancia y con la que más pueda hacer. Así lo opino.
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo