Me alegra poder unirme a la larga lista de mindonienses que le admiran y le felicitan en este día de homenaje. Espero que sean muchos los días y que se lean sus libros.
No puedo extenderme más porque sería repetitivo. Me gustaría poder estar ahí para abrazarle y saludar al tiempo a su hermano Paco Cal, que aquí en Madrid mantiene en alto el estandarte familiar y que me consta le tiene un afecto más que fraternal.
Un fuerte abrazo virtual.
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JOSÉ RAMÓN DÍAZ CRUZ
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