Aunque la caldera de la sala de mentideros nos insinúa que no la
creamos, metiéndonos a analizar el sentido de la senda y del guiño que
la regidora de nuestra “divina” tierra de Mondoñedo, pudo, quizás,
querer marcarnos y señalizarnos con su whatsapp de 10 de los corrientes
(sobre el que nuestra cabeza anda dando vueltas respecto de la autoría
auténtica de su texto, por el que tal vez pretendiera adelgazar su
empecinamiento con la aceptación, o, al menos, estudio de nuestras
sugerencias publicadas siempre en defensa del paraíso que vio nacer y
acunó a nuestro gran Cunqueiro), nos hemos decidido a sacar a la luz
pública que se ha prometido en Vivienda y Urbanismo la “aposta decidida
por solucionar los problemas urbanísticos da nosa cidade; en el rural y
en el urbano” y al mismo tiempo, necesariamente calculado o adecuado,
hemos de decir que en estos tiempos de avance vertiginoso de los medios
de comunicación (entre los que entendemos se debe colocar las redes
sociales), la voz nos persigue como la sombra al cuerpo y ello nos debe
hacer más responsables, pues si comparamos las distintas intervenciones
públicas de los políticos pone en evidencia bastantes veces sus posibles
incoherencias y, consiguientemente, su falta de credibilidad, por lo
que debemos prestar siempre mucha atención a la citada caldera de la
sala de mentideros.
Hace 12 años, con motivo de la inauguración de la sala de exposiciones y lugar o taller de trabajo de nuestro amigo, don Alberto Geada, el zoqueiro más internacional, se dijo que el futuro de Mondoñedo estaba en el turismo porque concurren muchos hechos para ello.
Pasaron esos años y posiblemente el turismo en la Ciudad de la Paula no sólo no avanzó, sino que incluso puede parecer que retrocedió. Puede ser señal inequívoca de este retroceso que algunos turistas vienen a ver la Catedral Basílica de la Asunción, Monumento Nacional, y, ahora recientemente, Patrimonio de la Humanidad, así declarada por la Unesco, (y dicen algunos que no gracias a los políticos y sí al obispo don Manuel Sánchez Monge, para ampliar el negocio de restaurante en el antiguo y prestigioso Seminario de Santa Catalina, creado en 1583 y levantado su actual edificio entre 1.770 y 1.775), y echan la meada en los inodoros de alguna cafetería, de ellos poquitos sin gastar ni en una consumición, y se van a comer o cenar y dormir a otros lugares de A Mariña.
Y por qué se van de la “divina” tierra del universal escritor don Álvaro Cunqueiro (no sin antes fotografiarse con su estatua sita en la inigualable Plaza y soportales de frente a la dicha Catedral). Porque no es nada lo que se hizo en 12 años, tiempo suficiente para hacer tres carreras universitarias. Y los magníficos monumentos habidos no es suficiente, ni tan siquiera el museo diocesano y catedralicio con ser uno de los mejores museos de arte sacro de Galicia y conservar una exquisita y variada colección de piezas, para convencerles y quedarse en la Ciudad de don Pascual Veiga, autor de la música del himno de Galicia y de la sobresaliente Alborada, que si esta sonara en los locales y calles de la Ciudad tal vez no tuvieran tanto ánimo para marcharse.
Y se vuelve, se insiste, en que el futuro de Mondoñedo pasa por el turismo y que éste es la gran fuente de ingresos muy necesarios para medrar. Esperamos que no pasen otros doce años de retroceso en el turismo de la Ciudad del Masma, para lo que sería prudente la seriedad y dejarse de “sonrisas profudén” para las fotografías de cara a los medios de comunicación.
Y para que no pase semejante descontento entendemos fundamental solucionar los problemas urbanísticos de nuestra Ciudad, tanto en lo rural como en el urbano. Tenemos que rectificar y buscar los sabios que estén convencidos de que más de sabios “es acertar para no tener que rectificar”.
El PXOM está guardado (y deseamos que no extraviado como aquel nuestro documento de alegaciones) que se inició en 1.992 habiendo transcurrido otros 23 años llenos de obstáculos para poder abrir el gran libro, el gran volumen del PXOM. Nos guiamos por unas normas obsoletas e ilegales de 1.978 y guardamos silencio, matamos la voz, cuando es tan imprudente hablar cuando no se debe como no hablar cuando se debe.
Hay, señoras y señores, queridos lectores, que abrir de una vez el gran libro del PXOM para iniciar el camino de la grandeza del turismo en Mondoñedo. Dense prisa los que les corresponde para aprobar el PXOM cuanto antes mejor, y comenzar el desarrollo urbanístico con coherencia, que potencia, que eleva, las ciudades y localidades que lo aplican. Dicho está esto por los mejores entendidos, por los mejores técnicos, y ellos mantienen que los aciertos en el campo del urbanismo mejoran la vida de la gente y atraen al turismo. Por eso hay que empezar la valiosa carrera del turismo en la Ciudad de la Paula con la aprobación del PXOM.-
Hay quien dice que el desarrollo del urbanismo para bien y para mal puede lanzar o arruinar pueblos o ciudades enteras. Es el reclamo turístico.-
Los visitantes disfrutarán, y no se irán, de los placeres que nuestra tierra es capaz de ofrecer: Cultura, gastronomía, parajes naturales y alegría, son la muestra de lo que espera a quienes nos han de elegir.
Hay lugares a elegir como emplazamiento inigualable para que, sin duda, se encuentren las mejores ofertas gastronómicas. Y rincones para ofrecer varias posibilidades para que seamos visitados.
Si se puede edificar sin pedir favores a los políticos y porque las normas de urbanismo lo autorizan tan solo con solicitar licencia, sin someterla a rancios criterios de los técnicos municipales, sin el uso caciquil y sin zancadillas, tendrán las puertas abiertas los empresarios y emprendedores para abrir hoteles y restaurantes, y lugares para encontrar de las mejores ofertas gastronómicas y de ocio. No podemos olvidar que estamos a un cuarto de hora, o menos, de las playas, y que serán los visitantes de A Mariña los que se instalarán en la bella Ciudad de Mondoñedo y en la “cunca” del valle que le rodea, porque no hay cosa más hermosa, porque no se puede decir que se vieron todas las maravillas del Mundo sin pernoctar en dicha Ciudad, perla del Norte de Lugo, y disfrutar de ella.
Mondoñedo necesita para entrar en el turismo un completo equipamiento comercial y de restauraciones en los alrededores, especialmente desarrollando el PXOM y urbanizar las márgenes del Río Valiña d Ares. Necesita hoteles y restaurantes a la medida y solo con unas claras medidas y normas de urbanismo vendrán (aquí también los hay) los empresarios y emprendedores a cubrir esas necesidades.- Y ello traerá los demás servicios. No puede estar un inversor a la espera de las buenas caras o de los caprichos de los políticos y de ciertos funcionarios. Solo tiene que deberse a las referidas claras y ágiles normas de urbanismo.
Luego vendrá todo lo demás. Pero primero eso: Abierto sin tapujos el gran libro del PXOM y turismo en Mondoñedo. Así lo opino.
Pasaron esos años y posiblemente el turismo en la Ciudad de la Paula no sólo no avanzó, sino que incluso puede parecer que retrocedió. Puede ser señal inequívoca de este retroceso que algunos turistas vienen a ver la Catedral Basílica de la Asunción, Monumento Nacional, y, ahora recientemente, Patrimonio de la Humanidad, así declarada por la Unesco, (y dicen algunos que no gracias a los políticos y sí al obispo don Manuel Sánchez Monge, para ampliar el negocio de restaurante en el antiguo y prestigioso Seminario de Santa Catalina, creado en 1583 y levantado su actual edificio entre 1.770 y 1.775), y echan la meada en los inodoros de alguna cafetería, de ellos poquitos sin gastar ni en una consumición, y se van a comer o cenar y dormir a otros lugares de A Mariña.
Y por qué se van de la “divina” tierra del universal escritor don Álvaro Cunqueiro (no sin antes fotografiarse con su estatua sita en la inigualable Plaza y soportales de frente a la dicha Catedral). Porque no es nada lo que se hizo en 12 años, tiempo suficiente para hacer tres carreras universitarias. Y los magníficos monumentos habidos no es suficiente, ni tan siquiera el museo diocesano y catedralicio con ser uno de los mejores museos de arte sacro de Galicia y conservar una exquisita y variada colección de piezas, para convencerles y quedarse en la Ciudad de don Pascual Veiga, autor de la música del himno de Galicia y de la sobresaliente Alborada, que si esta sonara en los locales y calles de la Ciudad tal vez no tuvieran tanto ánimo para marcharse.
Y se vuelve, se insiste, en que el futuro de Mondoñedo pasa por el turismo y que éste es la gran fuente de ingresos muy necesarios para medrar. Esperamos que no pasen otros doce años de retroceso en el turismo de la Ciudad del Masma, para lo que sería prudente la seriedad y dejarse de “sonrisas profudén” para las fotografías de cara a los medios de comunicación.
Y para que no pase semejante descontento entendemos fundamental solucionar los problemas urbanísticos de nuestra Ciudad, tanto en lo rural como en el urbano. Tenemos que rectificar y buscar los sabios que estén convencidos de que más de sabios “es acertar para no tener que rectificar”.
El PXOM está guardado (y deseamos que no extraviado como aquel nuestro documento de alegaciones) que se inició en 1.992 habiendo transcurrido otros 23 años llenos de obstáculos para poder abrir el gran libro, el gran volumen del PXOM. Nos guiamos por unas normas obsoletas e ilegales de 1.978 y guardamos silencio, matamos la voz, cuando es tan imprudente hablar cuando no se debe como no hablar cuando se debe.
Hay, señoras y señores, queridos lectores, que abrir de una vez el gran libro del PXOM para iniciar el camino de la grandeza del turismo en Mondoñedo. Dense prisa los que les corresponde para aprobar el PXOM cuanto antes mejor, y comenzar el desarrollo urbanístico con coherencia, que potencia, que eleva, las ciudades y localidades que lo aplican. Dicho está esto por los mejores entendidos, por los mejores técnicos, y ellos mantienen que los aciertos en el campo del urbanismo mejoran la vida de la gente y atraen al turismo. Por eso hay que empezar la valiosa carrera del turismo en la Ciudad de la Paula con la aprobación del PXOM.-
Hay quien dice que el desarrollo del urbanismo para bien y para mal puede lanzar o arruinar pueblos o ciudades enteras. Es el reclamo turístico.-
Los visitantes disfrutarán, y no se irán, de los placeres que nuestra tierra es capaz de ofrecer: Cultura, gastronomía, parajes naturales y alegría, son la muestra de lo que espera a quienes nos han de elegir.
Hay lugares a elegir como emplazamiento inigualable para que, sin duda, se encuentren las mejores ofertas gastronómicas. Y rincones para ofrecer varias posibilidades para que seamos visitados.
Si se puede edificar sin pedir favores a los políticos y porque las normas de urbanismo lo autorizan tan solo con solicitar licencia, sin someterla a rancios criterios de los técnicos municipales, sin el uso caciquil y sin zancadillas, tendrán las puertas abiertas los empresarios y emprendedores para abrir hoteles y restaurantes, y lugares para encontrar de las mejores ofertas gastronómicas y de ocio. No podemos olvidar que estamos a un cuarto de hora, o menos, de las playas, y que serán los visitantes de A Mariña los que se instalarán en la bella Ciudad de Mondoñedo y en la “cunca” del valle que le rodea, porque no hay cosa más hermosa, porque no se puede decir que se vieron todas las maravillas del Mundo sin pernoctar en dicha Ciudad, perla del Norte de Lugo, y disfrutar de ella.
Mondoñedo necesita para entrar en el turismo un completo equipamiento comercial y de restauraciones en los alrededores, especialmente desarrollando el PXOM y urbanizar las márgenes del Río Valiña d Ares. Necesita hoteles y restaurantes a la medida y solo con unas claras medidas y normas de urbanismo vendrán (aquí también los hay) los empresarios y emprendedores a cubrir esas necesidades.- Y ello traerá los demás servicios. No puede estar un inversor a la espera de las buenas caras o de los caprichos de los políticos y de ciertos funcionarios. Solo tiene que deberse a las referidas claras y ágiles normas de urbanismo.
Luego vendrá todo lo demás. Pero primero eso: Abierto sin tapujos el gran libro del PXOM y turismo en Mondoñedo. Así lo opino.
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo
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