“Alcaldesa de Mondoñedo, voceira do seu partido na Deputación, da que foi breve presidenta, e, desde o pasado domingo, presidenta provincial do PP”.
Así comienza la entrevista que le hace a nuestra alcaldesa, Elena Candia, Miguel G. Santos, en la Voz de Galicia, el día 11 de los corrientes.
Por curiosidad, leo todo lo relativo a mi ciudad natal y son frecuentes los titulares que acapara Mondoñedo por este motivo. Pues bien, a quienes hayan seguido la actualidad de la política local y provincial, no les sorprenderá nada de lo que aquí trataré de ensalzar y explicar, a mi torpe ver y entender. Y es que los acontecimientos siempre nos alcanzan y asombra ver como nuestra alcaldesa, va consiguiendo metas en el ámbito político, que - en cierto modo - cuesta comprender. En pocos meses, Elena, ha pasado de ser portavoz de su partido político por la provincia de Lugo, a fugaz presidenta de la Diputación, mandato tan breve como convulso, lleno de virajes y bandazos, ajenos a su gestión; y, ahora, de manera clara y contundente, presidenta provincial de su partido. A partir de aquí…
Sin conocerle personalmente, me da la impresión de que su principal virtud es que se le mete una idea entre ceja y ceja y no deja de intentarlo hasta que consigue llevarla a la práctica. Es decir, la iniciativa y la perseverancia se han visto recompensadas. No puede ser que no sea noticia que tanto en la Diputación, como ahora en su partido, se da la circunstancia de que fue la primera MUJER que ha ostentado dichos cargos provinciales, lo que desautoriza automáticamente a todos aquellos que piensan que las mujeres no son capaces de gobernar. ¡¡Vaya si son y, a las pruebas me remito!!. En mi humilde opinión y con la máxima neutralidad, un éxito del cual los mindonienses nos tenemos que sentir orgullosos. ¡¡Enhorabuena!!
Así las cosas y observando la meteórica ascensión de esta mindoniense en el plano político, no creo equivocarme si digo que esta carrera/ascensión aun no ha finalizado. Tiempo al tiempo. No soy pesimista, ni optimista, menos aun utopista o futurólogo, pero el destino siempre se ha dicho que es caprichoso. La vida de los hombres y mujeres es ponerse metas, y nuestra alcaldesa parece seguir lo que dicen los versos del poeta, “lo importante es hacer camino al andar”. Así pues, a estas alturas, resulta imposible dilucidar hasta donde llegará escalando puestos en este complicado y cada día más difícil mundo de la política. Me viene a la memoria una frase de San Josemaría Escrivá, que dice así: “no vueles como ave de corral, cuando puedes subir como las águilas”.
Obviamente, sus actuales ocupaciones, tal vez, le impidan dedicar el tiempo suficiente a su responsabilidad como regidora de nuestra querida ciudad, aun cuando el mucho hacer no debe de impedir el siempre escuchar y contando con un buen equipo de colaboradores que ella misma, como cabeza de lista ha pergeñado, entiendo que no será difícil compatibilizar cargos, sin olvidarse de Mondoñedo, teniendo siempre, muy presente, que son las facultades las que se delegan y no las responsabilidades. Que no haya que apelar a aquello, “…y la casa sin barrer”. Hay que trabajar para colocar a nuestra hermosa e histórica ciudad en el punto de mira, no sin imaginación, esfuerzo y tenacidad; ciudad que necesita de un fuerte empuje, ya que a nadie se nos oculta que vive un momento complicado, no para asustarse ni para añorar tiempos pasados. Estaría bueno.
Y estando así las cosas, no puedo dejar de referirme - una vez más - si como leo hay previstas 4812 visitas al día en As Catedrais, durante la Semana Santa y, cabe preguntarse, ¿no cree nuestra corporación municipal que es necesario hacer algo para que - estando a tiro de piedra - los turistas visiten nuestra MUY NOBLE LEAL Y FIEL CIUDAD? Este es un fenómeno relativamente nuevo, que jamás hubiésemos imaginado os mariñaos y que seria recomendable, conveniente y ultraurgente, poner en valor por parte de los mandamases de nuestra ciudad. Sí, no hay nada sin zonas de sombra. Yo no tengo, naturalmente, la solución, pero si tengo constancia de gente que ha visitado las citadas playas y no saben donde queda la sede episcopal de Mondoñedo y una de las siete provincias históricas gallegas. Escuece y duele mucho escuchar esto. Estoy convencido de que con paciencia, constancia y motivación se pueden hacer grandes cosas. Como sucede casi siempre, se trata de establecer prioridades y Mondoñedo tiene una salida, muy clara, hacia el turismo de interior.
Antonio Doménech Ladra - Valencia
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