En una clase como la de formulación de química inorgánica, el tiempo dedicado a la misma, dos horas seguidas, resultaba plomizo y cansino, por eso Don Ángel hacía un descanso  que aprovechaba para a dúo con nuestro compañero Pepe Cabanela establecer una pugna de contadores de chistes. A cual más ocurrente y oportuno.

Para dar inicio a las clases de formulación, tenía D. Ángel un verso que que nos permitía recordar las valencias. Yo supongo que lo ha repetido muchas veces, porque todavía están en mi memoria

" En este sencillo verso
las valencias narraré,
empezando por el oro 
que puede ser uno o tres.

Con valencias dos y uno
funcionan cobre y mercurio.

Y según supe después,
hierro, cobalto y niquel,
funcionan con dos y tres."

Don Ángel realizaba un gesto especial al llegar a la esquina de la clase: una flexión levantando las manos a la altura de los hombros. Era el momento culminante del chiste.

Y Pepe, tenía un repertorio muy especial. Era destacable la serie sobre "Manoliño da Pidigalla".

Algún compañero lo recordará, porque la filosofía de Manoliño era especial.

Un saludo.

JOSÉ RAMÓN DÍAZ CRUZ 
 

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