Se cumple, coincidiendo con las patronales de Nuestra Señora de los Remedios, e las que se hace anualmente una ofrenda a ésta, un año de la muerte de don Pascual-Lorenzo Ares Robles, Cabo de la Policía Local de la Ciudad de Mondoñedo y que durante muchos años encabezó la Comitiva que desde la Casa del Pueblo salía cara al Santuario de la citada Señora para asistir a la Misa de Ofrenda que se dijo, que este año presentará el Ilmo. Sr. Alcalde de la querida Ciudad de Viveiro.
Tal vez, imaginariamente, la Señora de los Remedios quiso premiar, en ese día tan señalado, al citado Cabo por su ardua tarea mencionada, que califico así, entre otras cosas, por realizar su trabajo en una empresa a la que algunos quieren acudir, por elección, para hacer favores a sus amigos o, paradójicamente, para fastidiar a los que bien no les caen, llevándole de este Mundo, a los Cielos, sin duda, a descansar eternamente, para salvarle del sufrimiento que en los últimos años de su vida venía representando por la enfermedad que le impedía salir de su casa, entablar conversaciones con sus semejantes y bromear constantemente usando su gran humor que le caracterizaba, y que para él era lo más grande que le podía pasar.
Dejó, Pascual, mi gran hermano, muy demostrado, y este año de su ausencia lo pudimos comprobar extremadamente, que se puede tener presente para toda la humanidad un sin igual humor y practicarlo sin menoscabar la autoridad que representaba. Pienso sinceramente que esta su extraordinaria cualidad es digna de especial mención en este homenaje que le queremos rendir por medio de estas palabras en el aniversario de su muy llorada muerte.
No se puede en este recuerdo y homenaje al gran Pascual dejar de traer a la memoria historias que el contaba muchas veces, y que en este tiempo echamos de menos, nacidas de su momento de regentar el histórico Café Madrid de Mondoñedo, que lo elevó a mucho más que un lugar donde se tomaba cafés o vinos, al convertirlo en un centro social y de reuniones de la Ciudad del Masma, donde unos jugaban la partida, el juego de las cartas, otros se juntaban a ver los partidos de fútbol, especialmente del Madrid y del Barcelona, muchos leían el periódico con el primer café de la mañana o al anochecer cuando regresaban del trabajo a tomar un vino, y todos a saludarse e intercambiaban impresiones con sus vecinos, se comentaban y cotilleaban las novedades e historias que acaecían. Se jugaba al futbolín y al billar. Allí se vivía la vida y se disfrutaban los calamares fritos cocinados de manera sensacional por su esposa doña Segunda López González. Menciono aquella por la que el Teniente de la Guardia Civil, se acercó por oír elevada la voz de los que en el bar estaban de madrugada, preguntando qué pasaba y un cliente de agilidad mental le contestó al momento, pues nada mi Teniente que estos “animales” dicen que su hija es muy fea y yo digo que es muy guapa. Al siguiente día el Teniente vino a preguntar quién era aquel cliente que había respondido ágilmente.
Fueron muchas las buenas personas que en este año sin ti se pararon a hablar conmigo, señalándote siempre como una persona excepcional que marcó el sentido del deber con el ejemplo del trabajo, del amor a Mondoñedo, y de la honradez.-
Siempre alegre, con un fino y agradable piropo para las jóvenes, amable con todos los ciudadanos y compañero afectuoso en el Cuerpo de la Policía. Poseedor de llaneza en el trato, abierto y de gran actividad.
Han sido muchos los que te consideraron un padre especial y un esposo ejemplar, como los actos y palabras de toda la Familia lo han demostrado a lo largo de este año en que tu faltaste, que siempre te vimos entre nosotros.
Gran hermano, Pascual, nada más voy a escribir de ti, adelantándote que en la Iglesia parroquial de Santiago, A Nova, de Mondoñedo, se acogerá el acto religioso de aniversario, en honor a tu persona y a tu descanso eterno, a las seis de la tarde del próximo día diecisiete de los corrientes, allí estaré para honrarte humildemente y ratificar los rezos diarios que te dedico.
Este es mi homenaje que, en recuerdo del aniversario de fallecimiento, dedico a mi hermano. Así lo opino.
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo
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