¡¡Por fin!! ya tenemos a MONDOÑEDO en boca de los medios de comunicación, pero no para hablar de la hermosura de su valle, paisajes turísticos, rico patrimonio y de su ciudad, sino para darnos noticias que facilita la Dirección General de Trafico en relación con la ya famosa autovía A-8.
Concretamente, en el Diario El Progreso del día 3 del presente mes se lee el siguiente titular:
 
“La A-8, reabierta una vez más tras 16 horas de corte a causa de la niebla.
Se trata del tercer corte prologando en lo que va de semana.
En este tramo de autovía hubo mas de una decena de cortes desde la colisión múltiple que se produjo en el mes de Agosto…)”. La noticia se refiere al tramo Abadín-Mondoñedo.
 
Hay asuntos inevitables, obviamente. Se trata de un desastre en cadena a la espera de ver como se desarrollan los acontecimientos; claro, luchar contra la climatología no es fácil y lo infinitamente probable es que el problema se traduzca en una sensación general de escepticismo, y, a convivir con la niebla que algunos días ocasiona visibilidad nula en dicho tramo. Pienso que es algo que debería de ser tenido en cuenta. Digámoslo así: alguien se equivoco en el trazado. Quien tenga la solución, que haga el milagro.
 
El especial y nostálgico motivo de sentarme a escribir estas letras, no es otro que adjuntar a la presente un hermoso poema – probable muchos mindonienses lo desconozcan - escrito por D. Rafael Martínez Sánchez, titulado “EL PADORNELO” y publicado en el Periódico MONDOÑEDO del mes de Junio ultimo. Dice así:
 
 
En el invierno, era nieve.
 
Era niebla en las mañanas,
Transmitía entre los pinos,
El sonar de mis campanas.
 
Hoy lo miro. Se desangra,
Tiene sus venas cortadas.
 
El verde, se hizo cemento
Y no lo vuelan las águilas.
 
Una carretera nueva,
Que destrozó sus entrañas,
Hizo que el viento se queje,
Porque lleva herida el alma.
 
Yo le contemplo en la noche,
Rodeado de murallas,
Veo luces, que lo cruzan,
Como si fuese un fantasma.
 
¡Eso se llama progreso!
Lloro al verlo,
Si me asomo a mi ventana…
 
Leerlo, colma el corazón de quienes, todos los días, recordamos nuestra ciudad. El poema es el espejo que a lo largo del camino queda archivado en nuestra retina y la memoria – si no se ha marchitado – te recuerda los lugares y las circunstancias con las que uno se identifica emocionalmente.
 
Enhorabuena y felicidades al autor de un mindoniense.
 
 

Antonio Doménech Ladra - Valencia

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