Pensando en lo que pasa en las elecciones, todos debíamos de votar.
Así dejarían de hablar y llenar páginas de la prensa, indicando que la abstención le viene bien a tal o cual partido y que por contra la participación en la votación perjudica a tal o cual partido.
De verdad, si todos los pueblos sin excepción han luchado por conseguir el sufragio universal, es decir, que todos sus ciudadanos pudiesen votar, no parece tener sentido alguno el no hacerlo.
Y en la misma línea de argumentación, los beneficiados de que no acudamos a las urnas a votar, no me atrevo a decir quiénes son, pero sí puedo decir, sin temor a equivocarme, que los perjudicados somos todos si no vamos "todos" a votar.
¿Quién no ha presenciado una reunión de vecinos en la que por ausencia de votos, cuatro asistentes han hecho lo que han querido? Además, si no votamos, realmente no tenemos derecho ni a criticar lo que hacen los políticos elegidos.
Me gustaría que la noticia de la prensa al día siguiente de las elecciones recogiese que en Mondoñedo votó el 95 por ciento del censo. Eso sería colocarnos en el primer lugar de ciudadanía democrática. Y ganaríamos todos, y no se repetiría esa terrible frase: "foron os outros" , sino que la reemplazaríamos por: "fumos nos".
Lo que no voy a decir es a quién votar, porque manifiesto que soy un ciudadano y no un político.
¿Esto es utopía? Pues depende de cómo se mire. Si han estado en una mesa electoral y han visto el proceso, creo que coincidirían conmigo en que votar no es malo, sino más bien sano, y que todos deseamos que nuestro voto no caiga en saco roto.
En todo caso y finalmente, ¿se pueden imaginar el susto que les damos a los políticos si votamos el casi cien por cien de los ciudadanos? Se darían cuenta de que si no lo hacen bien, la cosa puede cambiar.
Como ejemplo: En las últimas votaciones en Mondoñedo al Congreso, si sumamos las abstenciones, votos nulos y blancos, tendríamos más votos que el partido más votado. ¿Verdad que asusta?
Y con esto termino éstas reflexiones antes de que empecemos a sufrir el acoso y no nos decidamos a votar porque en el fondo parece que no sirve para nada. Creo que hay que comenzar a defendernos los ciudadanos ejerciendo nuestro derecho al voto.
JOSÉ RAMÓN DÍAZ CRUZ
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