Día de la Madre

Ser Madre es el acontecimiento más grande de toda mujer. Desde él comienza la vida de otro ser que ella ha de amar profundamente para siempre.

Madre es la persona más humilde, más trabajadora, que siempre se coloca en segundo plano para hacer una labor sin ruido y de enorme envergadura y que pasa desapercibida, y, desde luego, que no valoramos como Ella se merece.

Aquel amor suyo es tan grande que abarca al padre del nacido si juntos hacen una Familia.

Es siempre la mujer más cariñosa que nos encontramos, la más generosa que constantemente te envía maravillosas miradas, con auténticas y verdaderas sonrisas. Sus caricias lo curan todo, te hacen crecer, y una digna persona. 

Sus besos te obligan sentirte en lo más elevado, llenándote de un amor que jamás verás igualado.

Nunca para su hijo tiene fatiga, sus brazos siempre están dispuestos a ayudarlo en todo, incluso para prepararle aquella exquisita comida en momentos difíciles.

Siempre ves en Ella la luz, la solución de todo lo que se te presenta, y aunque sea analfabeta que ahora no las hay, siempre ha de ser tu mejor Maestra. Ha de guiarte en ser como serás, en estudios, en el trabajo, en, algún día, ser como Ella, si mujer eres, y si hombre apareces, será tu mejor guía para ser el más grande de los padres.

Quiero reconocerles y les reconozco su importancia a las mujeres porque de sus vientres  nacimos, lo que les hace madre, como nació el que se hizo Hombre.

Estas son mis palabras que escribo en honor de mi madre, que desde que se me fue nunca me escribió, pese a tantos años que hace que se marchó, pero de la que aún sigo sintiendo su amor.  A mi esposa, maravillosa madre, de la que siempre sentí el amor que despide de sus alas en las que cobija con todo amor a sus hijas, ensalzándome en mis virtudes y sin reprocharme jamás mis defectos. Y a todas las señoras madres del Mundo.

Queridas madres, que mañana, tres de mayo de 2.015, paséis un gran día con el debido reconocimiento de vuestros hijos, por ser mundialmente el Día de la Madre. Así lo pino.  

 

LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo


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