Reflexión política

Somos conscientes de que en Democracia reina la noble política, en casi todos los movimientos de la vida, en los que debe obrarse con nobleza, sin que todo valga. Está hasta en la sopa. A veces contagiada por residuos humanos.

Lo de Génova no es terrorismo, ni parece un ataque a la clase política. No se debe alentar el catastrofismo. Es un estrago, un daño a los valores morales, en un país que parece acercarse al borde de la quiebra ética y social y que tal vez solo le preocupa la quiebra económica, que también es mala compañera y no debe descuidarse.
Nos podemos encontrar en una lucha política, posiblemente pensando en el poder y en la tenencia de cuanto más dinero mejor. Huele a que todos contra quien ahora mismo está en el poder, porque si lo hace estupendamente bien después de llegar a él con mayoría absoluta y aplastante, no va haber quien lo descuelgue en muchos años.
Aprovechándose de cierta desesperación y, a lo mejor, desequilibrios venidos de ésta o del vicio anterior, que puede existir en la ciudadanía, procedente de la cuasi quiebra económica de la que parece ser que se está saliendo, del terrible paro que hubo y hay y de la presumiblemente carencia de sentimientos y valores éticos y sociales, tal vez algunos, quizás sin escrúpulos, luchan por aquel poder y tenencia fácil de dinero, con medios presuntamente indecentes y engañosos que nos puede llevar peligrosamente a lugares y estados no deseados entre las personas que durante 40 años trabajamos, al menos con sudor, por lo que tenemos mundialmente envidiable como es nuestra hermosa Democracia y aún no agotada Constitución ejemplar para los que nos miran desde otras partes de fuera de España. Y todo esto es algo muy importante que a la sociedad y a los políticos de bien, que los hay, porque no son corruptos todos, y que quieren a España, les debiera hacer llegar a la reflexión política. Así lo opino.