No sabemos si ciertos dirigentes políticos de España, salidos de las Elecciones del pasado 20-D, pretenden tomar el pelo a los españoles, e incluso a los europeos, o si de verdad no quieren ver la realidad, porque no quieren verla o no les interesa verla.
El Jefe del Reino de España hizo de árbitro, como es su misión, sobre si el aspirante a Presidente del Gobierno debía de ser el líder de la fuerza más votada el citado 20-D, como había sido durante nuestra Democracia, lo que dio tradición, costumbre y norma, y que en esta ocasión puso en polémica el líder de los Socialistas que más malos resultados alcanzó en la Historia de la Democracia para éstos. 
Y encargó formar gobierno al señor Rajoy que fue el más votado en las referidas Elecciones, y como renunciara este líder por entender no contar con los apoyos necesarios para ello, pasó el encargo al siguiente en número de Diputados, y no se le ocurrió, como entendemos lógico, encargárselo al 4º situado. Con ello el Rey se pronunció y pienso que trazó la línea de quien debía de ser el Presidente del Gobierno y el orden de aspirantes. Arbitró bien.- 
Si la Constitución nada dice al respecto debe ser el Jefe del Estado quien resuelva, como así hizo.
Por ello al declinar el encargo de formar Gobierno el señor Rajoy por la razón que dio, nos parece democrático que el siguiente en más Diputados, aunque represente el peor resultado de la Historia de su Partido, intentara formarlo erigiéndose, aquí sí, Presidente por ser el más votado entre los que quedaban.
Fue una aventura? Posiblemente. Mejor, eran y son las ilusiones del señor Sánchez de convertirse en Presidente, quizás al precio que fuere, que el líder de Podemos dejaba bajo límites al presentar al pueblo su versión catastrófica del encuentro a tres, en el que estuvo también Ciudadanos.
Sí, estuvo Ciudadanos, para nada, porque ya el señor Iglesias y el señor Rivera veían el encuentro a tres como un disparate del señor Sánchez, y además el señor Rivera no acaba de percatarse que es la cuarta fuerza, y este y el señor Iglesias se comenta que no se admiten entre sí, y, además, estos dos le imponen al señor Sánchez la exclusión recíproca. En el último Pleno del Congreso pareció que no se pueden ver el uno al otro.
Fracasado el intento del señor Sánchez de formar Gobierno, el señor Rajoy, quemando el último cartucho, invita a aquel a aceptar el Gobierno de la Gran Coalición, algo parecido al de Alemania.
Pero el señor Sánchez ya dijo no, gracias. Y el Sr. Rivera manifestó que no se sentaría a negociar con el PP si el señor Rajoy era el candidato. ¿Pero cómo no va a ser el señor Rajoy el candidato, si fue el más votado? ¿El señor Rivera se prestaría a ello si estuviese en su caso? ¿o cualquiera de los otros?
Y no sabemos porque ahora el señor Rivera, baila y ansía por negociar con el señor Rajoy. No sabemos a quién quiere tomarle el pelo el señor Rivera, si de verdad pretende ahora que el señor Rajoy apoye un Gobierno de Ciudadanos con el PSOE con el señor Sánchez de Presidente. 
Parece que no quieren ver la realidad de que son incapaces de llegar a un acuerdo para formar Gobierno.
El señor Sánchez no quiere admitir que el señor Rajoy ganó las Elecciones y que el PSOE tuvo un resultado vergonzoso que no le da derecho moral a aspirar a la Moncloa. Tampoco le perdona que le dijera en el debate a dos de las Elecciones del 20-D que era muy joven, que así no iba a llegar a ninguna parte y que tendría que irse para casa, en ocasión de que el señor Sánchez le faltara gravemente al respeto al señor Rajoy. Pensamos que se guardan, desde ese encuentro, un cierto rencor entre los dos y los españoles lo tenemos que pagar. 
Lo que no sabemos es por qué el señor Rivera rechaza como Presidente, en la hipotética gran coalición, al señor Rajoy que éste ofrece como salvación de Elecciones y por el bien de España. Tal vez porque este no le admitió un debate cara a cara, o, al menos, a tres, en las Elecciones de 20-D.
En fin, auguramos que no habrá Gobierno si no se llega a un acuerdo con el señor Rajoy, que, por otra parte, los españoles pensamos que lo preferirían antes que se celebraran otras Elecciones, lo cual perjudicará de sobre manera a España, especialmente en la economía y en el paro, preocupaciones primeras de los españoles, si a parte dejamos lo que pensamos los ciudadanos de los políticos.
Los ciudadanos con los políticos, por todo lo que está pasando con la imposibilidad de formar Gobierno, están muy desanimados y algunos con la intención de abandonarlos. Y entienden que si el camino del acuerdo para investir presidente al señor Sánchez está agotado, como parece que se interpreta por casi todos, y que no se admite como presidente al señor Rajoy como de un Gobierno a la Gran Coalición, no queda otra que pensar que el espectáculo ha logrado el distanciamiento de partidos y ciudadanía y que los políticos son de los primeros problemas que causan una falta de confianza en los mismos, difícilmente de explicar. Y así será cuando ahora el señor Rivera piensa que peor que unas nuevas Elecciones es un mal Gobierno del 20-D. Así lo opino.
 
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo


NOTA: LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTE ESPACIO SON DE EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO REPRESENTAN NECESARIAMENTE LA OPINIÓN DEL EDITOR.
Para publicar un artículo firmado en esta sección escribir a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.