Comenzando, laboralmente hablando, el mes de febrero de este año de 2.014, se inauguró, en la Ciudad episcopal de Mondoñedo, la vía de primer orden, de alta capacidad, y moderna, denominada Autovía del Cantábrico y A-8, al tiempo que se hacía realidad el engalanamiento, con gargantilla, del emblemático Monte del Padornelo, una de las paredes del valle llamado por el poeta, escritor y médico de los pobres, don Manuel Leiras Pulpeiro, “Cunquiña Deleitosa”, y sentado en el Naciente de éste.
Quedó pendiente culminar el acceso a la A-8 desde Mondoñedo por la LU-124, por Lindín, y parte de los que tienen obligación de darle solución, por medio de las gestiones, a su final y esperanza a los mindonienses, de esta vez, no permanecieron indiferentes, pese a la solemnidad, y, tal vez, afanados por las palabras del Grupo Literario Leiras Pulpeiro, reaccionaron con la convocatoria de una manifestación en A Xesta ante las autoridades que allí estaban para aquella inauguración, a la que acudió cerca de un 0,8 % de los hombres y mujeres que habitan la Ciudad de la Paula.
Hubo rumores de que, cuando nuestro alcalde quiso abandonar la manifestación y sumarse a las autoridades de la inauguración, sufrió una leve parada por parte de la Fuerza del Orden, lo que, de haber sido cierto, aborrecemos, porque, en ese acto, el alcalde de Mondoñedo, era el más, o los de más, legitimación para estar en el acontecimiento: por cruzar mayoritariamente la nueva vía a inaugurar el municipio de la Ciudad del universal don Álvaro Cunqueiro, con una historia brillante, y en el que debiera sonar, precisamente, la música del ilustre mindoniense don Pascual Veiga, autor del querido himno de Galicia.
Es posible que, con las reivindicaciones de la mejora del acceso indicado, tuviera consonancia el acto desagradable, denunciado en la mañana siguiente de la fecha de la inauguración, del ataque que sufrió la sede local del Partido Popular, en su fachada, con manchas de pintura negra.
Cuando estamos opinando que las vías en general, y, en especial, las de alta capacidad y modernización, nos traen riqueza cultural, en este caso, para una vieja capital de provincia cargada de valores culturales heredados de quienes a lo largo de la Historia le dieron mucho brillo y resplandor, y nos traen, también, progreso y, suponemos, que el tan necesitado trabajo, además de más ingresos a los ya establecidos negocios (opiniones contrarias hay, respetables); nos encontramos con la destacadamente insólita, para la tranquila Ciudad de don Xosé Díaz Jácome, falta de tolerancia y de respeto que evidencia un desconocimiento total de cuáles son los valores democráticos, como así también lo apunta el titular de la sede agredida; por mucho que debatan en Twitter unos pocos mozos, que nos traen nuevos aires, de que la violencia desatada contra tal sede la vean con merecimiento, quizás por entenderla protegida por los derechos de participación democrática de la sociedad civil y expresión del pluralismo de los ciudadanos, que ampara la moderna jurisprudencia del TSJM, en los razonamientos de la ponente que en los pasillos parece ser la llaman “la guapa”, dicho sea con todos los respetos, por su belleza y buen aspecto de melena rubia y ojos claros; que, sin duda, quedan desvanecidos en el caso de Mondoñedo, por ofrecer éste, con plena claridad, violencia, con tal brusquedad e ímpetu que llegó a producir daños, lo que no está tolerado en ninguna Democracia moderna del Mundo y menos de la de un valioso Continente como es la UE a la que nos lleva a formar parte la A-8. O sea un ataque vandálico en Mondoñedo.
Así lo opino.


  LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo

 

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