Ha sido, hace unos minutos, investido Presidente de Cataluña el señor Carles Puigdemont, por 70 “sies”, 63 “noes” y 2 abstenciones, hombre situado en el independentismo. 
Y es el momento, más que nunca en la reciente Historia, de garantizar el cumplimiento de la Constitución de 1.978 y la unidad de nuestra querida y grande España.
Coincide este hecho histórico con el de que España tiene un Gobierno interino, un Gobierno en funciones, por causa de Elecciones Generales. Es decir, la gobernabilidad de España está pendiente de un nuevo Presidente y de un nuevo Gobierno para hacer frente al temible independentismo y para garantizar la estabilidad de nuestra grande y en libertad España.
España, tal vez esté repitiendo los momentos en que se encontraba cuando la Transición política de los últimos años de la década de los 70 y de principios de los 80.
De aquella supimos tener temple y serenidad. Y ahora pensamos que tiene que haber un ejemplo de moderación política para hacer frente acertadamente a un proyecto de futuro para TODOS los españoles, ya que nos puede salir muy caro no ser moderados y maduros.
El PP fue el Partido más votado de las Elecciones generales de 20D y por ello le corresponde liderar muy seriamente la iniciativa del diálogo, de las propuestas y de un proyecto de futuro seguro, lo que creemos sí está haciendo con mucha cautela. Es lo que necesita hoy la sociedad española.
Por eso no es ocasión para pensar en los Partidos políticos, en el ascenso personal, ni en los liderazgos. 
Para el diálogo que pedimos todos tienen que pensar que el PP ha sido el Partido que los españoles han querido votar como número uno en las Elecciones Generales el pasado 20D. Pero no se puede partir de que los demás Partidos han perdido las Elecciones. Uno fue el más votado, el PP. Y este si tiene mayoría absoluta en el Senado lo que debe jugar un gran papel para el acuerdo. Desde que nació la actual Democracia siempre tuvo que hacer gobierno en España el Partido más votado. Desde hace 40 años. Lo cual es costumbre y, como saben todos, la costumbre en Derechos es norma, es Ley, es mandato. Pese a ello, ya debiera estar legislado. Tiempo hubo.
Sabemos, y nos gusta, que la Democracia es un espacio de debate plural en el que la vida política debe estar siempre muy presente. Sin embargo la Democracia es, ante todo, para que los políticos estén al servicio de la sociedad y para velar por los intereses generales de ésta, por el bienestar de todos los españoles.   
Lo bueno para España, en los presentes momentos, es garantizar el cumplimiento de la Constitución de 1.978, de la Carta Magna, de la Ley de leyes, y una enorme estabilidad para hacer frente al fin de la crisis económica, de los recortes y al preocupante paro. Y esto todo pasa por formar un amplio Gobierno que tenga mayoría absoluta para gobernar. Así lo opino. 

 
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo


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