La catedral de Mondoñedo, declarada Monumento Nacional en 1902, fue consagrada en tiempos del Obispo Don Martín en el año 1246.
Su construcción se remonta a 1219 y sus obras duraron por lo menos el resto del siglo XIII y todo el siguiente.
La catedral de Mondoñedo posee diferentes estilos arquitectónicos, si bien, en un principio se empezó siguiendo los cánones románicos, tal como se hace notar en la puerta principal y el ábside mayor; debido a siguientes ampliaciones la catedral se decoró con adornos barrocos. Tales ampliaciones son, por ejemplo, la producida en el siglo XVI para la construcción de la girola o la llevada a cabo en el siglo XVIII cuando se remodeló la fachada y se construyeron las torres.
Con Diego de Soto la fachada vuelve a sufrir reformas al producirse obras en la plaza.
En estas obras lo que se pretendía era dejar la plaza a la misma altura que el templo, y para ello se suprimieron las antiguas escaleras y se prolongaron las columnas.
El rosetón de la fachada adquiere el diámetro actual de cinco metros durante el pontificado de Diego de Soto, un rosetón en el que las vidrieras policromadas hacen un efecto espectacular que se puede contemplar desde el interior.
El estilo barroco tambien está presente en la portada o en el frontispicio situado en la parte alta de la fachada, en el que aparece una imagen de la Virgen de la Asunción, y más arriba una estatua de San Rosendo.
El aspecto actual de la catedral, a la que se le llama "catedral arrodillada" debido a sus perfectas proporciones y poca altura, se consiguió al finalizar las obras llevadas a cabo durante el pontificado de Muñoz y Salcedo.
El retablo de la Capilla Mayor de la catedral, de estilo rococó e exquisitamente decorado por el arquitecto Francisco Terán, está compuesto de dos cuerpos.
En el primer cuerpo del retablo el tema principal es la Asunción de la Virgen y en el segundo cuerpo está el misterio de la Santísima Trinidad.
Los órganos de la catedral son de la Edad Media, aunque, debido a su lamentable estado, fueron reconstruídos en los tiempos de Diego de Soto. Parece ser que los instrumentos de los órganos se deben a Muñoz y Salcedo.
Las pinturas situadas bajo los órganos en la nave central son de estilo gótico, cabe destacar entre ellas la perteneciente a la escena de la Degollación de los Inocentes. Sobre la bóveda del crucero aparecen pinturas con escenas del Antiguo Testamento, estas son obra del maestro Terán.
Las pinturas de la catedral configuran una de las colecciones más importantes de pintura mural de Galicia.
No es de menor importancia la sillería del coro, cuyos elementos, de arte gótico, está tallados en madera de nogal. Esta sillería aparece dividida y situada en parte del brazo izquierdo del crucero.
Configurando la girola, aparecen las distintas capillas, entre elllas se pueden destacar: la del Santísimo Sacramento, lugar de la Virgen Inglesa; la capilla de San Francisco de Asís; la de la Concepción; la del Cristo de la buena Muerte, que cuenta con un retablo neoclásico; o la capilla del Ecce Homo.
Por último cabe destacar la Sacristía, de finales del XVI, o el Claustro, una obra reconstruída por Diego Ibáñez Pacheco, de planta cuadrada y rodeado de arcos de medio puntos con columnas dóricas.
En el interior de la catedral se puede visitar un museo de arte sacro. Este museo, dividido en tres fases, está situado sobre las naves laterales del templo y es uno de los mejores de Galicia en esta temática, debido a la variedad y el valor de su colección de piezas.
Su construcción se remonta a 1219 y sus obras duraron por lo menos el resto del siglo XIII y todo el siguiente.
La catedral de Mondoñedo posee diferentes estilos arquitectónicos, si bien, en un principio se empezó siguiendo los cánones románicos, tal como se hace notar en la puerta principal y el ábside mayor; debido a siguientes ampliaciones la catedral se decoró con adornos barrocos. Tales ampliaciones son, por ejemplo, la producida en el siglo XVI para la construcción de la girola o la llevada a cabo en el siglo XVIII cuando se remodeló la fachada y se construyeron las torres.
Con Diego de Soto la fachada vuelve a sufrir reformas al producirse obras en la plaza.
En estas obras lo que se pretendía era dejar la plaza a la misma altura que el templo, y para ello se suprimieron las antiguas escaleras y se prolongaron las columnas.
El rosetón de la fachada adquiere el diámetro actual de cinco metros durante el pontificado de Diego de Soto, un rosetón en el que las vidrieras policromadas hacen un efecto espectacular que se puede contemplar desde el interior.
El estilo barroco tambien está presente en la portada o en el frontispicio situado en la parte alta de la fachada, en el que aparece una imagen de la Virgen de la Asunción, y más arriba una estatua de San Rosendo.
El aspecto actual de la catedral, a la que se le llama "catedral arrodillada" debido a sus perfectas proporciones y poca altura, se consiguió al finalizar las obras llevadas a cabo durante el pontificado de Muñoz y Salcedo.
El retablo de la Capilla Mayor de la catedral, de estilo rococó e exquisitamente decorado por el arquitecto Francisco Terán, está compuesto de dos cuerpos.
En el primer cuerpo del retablo el tema principal es la Asunción de la Virgen y en el segundo cuerpo está el misterio de la Santísima Trinidad.
Los órganos de la catedral son de la Edad Media, aunque, debido a su lamentable estado, fueron reconstruídos en los tiempos de Diego de Soto. Parece ser que los instrumentos de los órganos se deben a Muñoz y Salcedo.
Las pinturas situadas bajo los órganos en la nave central son de estilo gótico, cabe destacar entre ellas la perteneciente a la escena de la Degollación de los Inocentes. Sobre la bóveda del crucero aparecen pinturas con escenas del Antiguo Testamento, estas son obra del maestro Terán.
Las pinturas de la catedral configuran una de las colecciones más importantes de pintura mural de Galicia.
No es de menor importancia la sillería del coro, cuyos elementos, de arte gótico, está tallados en madera de nogal. Esta sillería aparece dividida y situada en parte del brazo izquierdo del crucero.
Configurando la girola, aparecen las distintas capillas, entre elllas se pueden destacar: la del Santísimo Sacramento, lugar de la Virgen Inglesa; la capilla de San Francisco de Asís; la de la Concepción; la del Cristo de la buena Muerte, que cuenta con un retablo neoclásico; o la capilla del Ecce Homo.
Por último cabe destacar la Sacristía, de finales del XVI, o el Claustro, una obra reconstruída por Diego Ibáñez Pacheco, de planta cuadrada y rodeado de arcos de medio puntos con columnas dóricas.
En el interior de la catedral se puede visitar un museo de arte sacro. Este museo, dividido en tres fases, está situado sobre las naves laterales del templo y es uno de los mejores de Galicia en esta temática, debido a la variedad y el valor de su colección de piezas.